Problemas al contratar seguros de créditos hipotecarios.

Conoce las experiencias más terroríficas que vivieron personas reales cuando compraron su casa.  

Con este post continuamos con nuestra serie de historias con las peores experiencias que vivieron nuestros amigos de Honest Home cuando compraron su casa. 

Queremos que las aproveches para evitar que te sucedan estas historias de terror cuando empieces el proceso para comprar tu casa. 

Esta es la tercera historia de una serie de cinco, aquí puedes leer la primera y la segunda.  

Las personas y las historias son totalmente verídicas, pero cambiamos los nombres y algunos detalles de nuestros amigos. 

¿Tienes dudas sobre créditos hipotecarios? Pregúntale a nuestro Asesor Virtual de Honest Home, su Inteligencia Artifical te recomendará contenidos personalizados para resolverlas.

‍Los problemas con los seguros de un crédito hipotecario.

Nancy era una veterana comprando propiedades. 

En 8 años pudo comprar un departamento y aprovechando su éxito laboral pudo terminar de pagarlo antes de que venciera el plazo de su crédito hipotecario. 

Un verdadero ejemplo de disciplina y planeación. 

No pasó mucho tiempo para que pensara que podía comprar otra propiedad, su esposo y ella tenían estabilidad, además pensaron que sería buena idea vivir en un espacio más grande para cuando creciera la familia. 

El plan era simple: ahorrar lo más que se pudiera, buscar una casa más grande, solicitar otro crédito hipotecario, rentar el departamento y usar ese ingreso para cubrir las mensualidades. 

Nancy confiaba en que ya conocía muy bien todos los temas de un crédito hipotecario. Ya había tenido uno y lo terminó pagando antes. 

No había nada que pudiera sorprenderla… Pero la vida da muchas vueltas. 

Todo iba saliendo conforme al plan. 

No les llevó mucho tiempo ahorrar un poco más para el enganche, vendieron un auto y empezaron a hacer un presupuesto. 

Empezaron a buscar opciones con un precio en mente y finalmente encontraron una gran opción, era una vivienda usada pero podrían remodelarla a su gusto, era un buen trato. 

En ese momento Nancy habló con el broker que le ayudó en su primer crédito hipotecario, su experiencia fue muy buena y nunca tuvo problemas así que no dudó en continuar el proceso con él. 

El asesor le presentó una opción bancaria, era la misma que había tenido antes así que casi en automático le dio autorización para continuar con el trámite. 

Hubo un momento en el que su esposo le comentó:

“Oye, creo que sería buena idea que ahora con el otro crédito contratemos un seguro de desempleo, por cualquier cosa. 

Evidentemente Nancy estuvo de acuerdo y le recordó a su broker que hiciera el trámite. 

“Por supuesto, eso ya viene incluido en todos los créditos, no te preocupes, tú únicamente mándame ya tus documentos y fírmame la solicitud”.

Y así fue, el crédito fue autorizado sin problemas y el cierre de la venta terminó sin problemas, recibieron las llaves y empezaron a remodelar su nueva casa. 

Empezaron a llegar las mensualidades, Nancy tenía claridad en el monto, siempre había sido así. 

Era un pago total y listo, no se preocupó en los detalles, sabía que pagaba cada mes por su mensualidad, por sus intereses y por los seguros. 

Pasaron 7 meses hasta que hubo un recorte fuerte de personal en su empresa que le afectó directamente. Se había quedado sin empleo. 

No había problema, con el dinero de su liquidación ganaban tiempo para hacer ajustes, además sabía que tenía el seguro de desempleo en el crédito hipotecario. 

Pero no fue así. 

Al revisar las condiciones de su crédito no encontró que estuviera cubierta con ese seguro, revisó sus estados de cuenta y no veía ningún desglose de pago por ese seguro. 

Llamó a su broker, seguro se trataba de un error, después de un tiempo obtuvo una respuesta. 

“Ya revisé tu crédito, creo que hubo un error y pues no se procesó bien que querías el seguro de desempleo, entonces nunca has estado cubierta, yo creí que ya no te interesaba porque terminó el proceso y no me lo hiciste notar”. 

Todos los meses Nancy pensó que estaba pagando el seguro en su mensualidad y no era así. 

Confió en que el broker había hecho esa solicitud, que cada mes estaba pagando la prima del seguro y resultó que no era cierto. 

No podía hacerse más, el banco esperaba ya el próximo pago de la mensualidad y como no había seguro por desempleo no iba a tener ninguna cobertura. 

Sin empleo y todavía sin terminar la remodelación de su nueva casa no tuvo más remedio que usar su liquidación para ponerse al corriente con el banco. 

Esto no podía durar mucho, tenía que encontrar trabajo pronto. Ojalá hubiera revisado bien ese pago mensual, ojalá hubiera sido más cuidadosa con lo que le pedía a su broker. 

Nuestra moraleja:

Trata de conocer todas las opciones bancarias y simula, simula y simula. 

Recuerda que con información valiosa y útil en tu poder tendrás más oportunidad de elegir mejor. 

El broker debe ser un facilitador de tus decisiones, no debe elegir por ti. Si te informas, sabrás mejor lo que te conviene. 

Conoce todas los costos de tu crédito y cómo se descompone la mensualidad. Identifica bien los pagos de intereses, comisiones, capital y el pago de seguros que haces mensualmente. 

No hay mejor manera de prevenir que informarse mejor.